H - Abogado


El abogado sonrió antes de soltarme, por enésima vez, esa crispante frase que parece que les tatúan en el centro de su cerebro cuando están estudiando Derecho. Intenté ver sus ojos y, antes de que pudiera contestar a mi pregunta, le pegué una hostia con la mano abierta.

—¿Qué coño haces?
—Agachaste la cabeza, te estabas durmiendo.
—¡Solo estaba mirando mi carpeta!
—Todo es interpretable.



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