H - Un relato de navidad
Intenté abrir los ojos, lo último
que recordaba era un fuerte destello seguido de mi desmayo. Un zumbido
constante resonaba en mi cabeza. Hice un gran esfuerzo y mis párpados
consiguieron despegarse unos milímetros. Unas partículas de luz de color blanco
atravesaron mis pupilas provocándome un fuerte dolor de cabeza. De pronto pude
abrir los ojos. Esa debía de ser la luz, probablemente me hallara al borde de
la muerte. Intenté recordar a todos mis seres queridos al tiempo que comenzaba
a ir hacia la luz, que cada vez, parecía ser más intensa. Mis ojos comenzaron a
adaptarse lentamente a la extrema claridad de mi último viaje y pude ver la
sombra de un dinosaurio acompañándome en mi camino. ¿Había dinosaurios en el
cielo? Mientras intentaba adaptar mi cerebro a la nueva situación, las luces
comenzaron a cambiar de color a toda velocidad: azul, rojo, rosa, verde,
morado… ¡Oh Dios!, ahora todo tenía sentido. No estaba en el cielo, estaba en
mi hermosa ciudad. Abel caballero acababa de dar inicio a la navidad.
Comentarios
Publicar un comentario
Escribe aquí tu comentario: