H - Ramón Montoya - Moncho Bodallo

- - Mire, agente. Tengo puesto el cinturón de seguridad, no he pasado de cuarenta por esta carretera, que tiene la velocidad máxima situada en cincuenta. Los faros están pulidos, todas las luces del coche están funcionando de forma correcta, puesto que son casi nuevas. Las emisiones de CO2 son mínimas, ya que, tanto el filtro de partículas, como la válvula EGR están recientemente cambiadas. Aunque sé que ya no es necesario, sigo llevando el resguardo del pago del seguro. Los limpiaparabrisas son nuevos, a las ruedas aún les queda medio dedo para llegar a la marca de desgaste, he tenido en todo momento las dos manos en el volante, hasta tengo una señal marcando los grados que exige la normativa. Llevo mis gafas de ver y otras de repuesto, estamos a casi cuarenta grados y llevo puestas sandalias cerradas por detrás, cuando serían mucho más cómodas las abiertas. Y, además, llevo puesta una camiseta, tal y como exige la ley. No me toque los cojones con que no puedo conducir