Tiempo
Dicen
que el tiempo no se puede comprar. Sin embargo, he visto gente comprando su
tiempo entregando a cambio el de sus amigos. He visto gente poniendo su alma a
disposición de quien se atreviera a juzgarla, pero… ¿qué clase de tiempo es el
que compran? Algunos desalmados vivieron un tiempo maravilloso, inundado de
felicidad y fortuna. Otros pocos lo malgastaron lamentándose por el entregado a
cambio.
Si alguna vez tienes oportunidad de comprar
tiempo, hazlo solo si crees que serás capaz de soportarlo, de lo contrario, es
mejor que asumas que se ha acabado. Para alguien con alma es más duro vivir con
la carga de haber privado a alguien de su tiempo que asumir que el suyo ha
llegado a su final.
Este relato está incluido en el libro "El mes más largo solo tiene 31 días" https://www.agulleiro.es
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