Memoria
Siempre
le he dado a mi memoria un valor incalculable. Tengo más de noventa años y
puedo recordar a prácticamente cada persona que he conocido a lo largo de mi
vida, cada momento que pasé con mis hijos, cada uno de los entierros a los que
he tenido que asistir para despedirme de ellos. Lo más fuerte que tengo es sin
duda mi memoria y, sin embargo…, me he olvidado de sonreír. Llevo sin hacerlo
desde el entierro de mi último descendiente.
Hoy
he ido al médico porque me encontraba un poco extraño. Me ha dicho que tengo
alzhéimer. El doctor ha seguido hablando acerca de nuevos avances, tratamientos
experimentales, ejercicios de memoria…, pero yo ya no escuchaba. Unas lágrimas
de esperanza han aparecido en mis ojos y luego he abrazado al doctor.
El
tiempo que tarda en curarse el dolor de un recuerdo es el que uno pueda tardar
en olvidarlo. Cuando olvide todo lo demás, podré recordar cómo sonreír.
Este relato está incluido en el libro "El mes más largo solo tiene 31 días" https://www.agulleiro.es
Buen relato literario y filosófico, como en ciertos casos olvidar, nos puede dar la felicidad.
ResponderEliminar